Gaby

¿Qué te llevó a enseñar?

Desde que era una nena jugué a ser maestra, no recuerdo otro juego que me mantuviera entretenida. No tenía docentes en mi familia pero amaba la escuela y, naturalmente, planificaba clases y las daba, aún si mis alumnitos – mi hermana y mi vecinito – se escaparan a jugar a otra cosa. Luego algunas experiencias que fueron negativas me impulsaron a creer que podía cambiar el mundo desde la docencia.

¿Cómo fue tu clase más creativa?

Generé proyectos que incluían distintos formatos o herramientas, y donde se involucran los intereses de los alumnos. Recuerdo planificar una clase final luego de la lectura de una novela sobre bullying. El tema y la discusión los había motivado tanto que decidí presentar un proyecto para realizar una actividad con todos los cursos del colegio secundario. Nuestra actividad salió del aula y atravesó a todos los cursos.

¿Cómo hacés para no cansarte de la rutina?

Trato de hacer cambios, estar atenta a videos o artículos de actualidad que se adapten al tema. Trato de visualizar al grupo de alumnos y de pensar en sus intereses. A veces con adolescentes logro cruzar la barrera de la indiferencia, a veces no…y de ahí el seguir tratando…

¿Qué es lo más valioso que aprendés/aprendiste de tus alumnos?

Lo más importante es reconocer en el otro, sin importar su edad, su esencia de ser humano. Sin ese tipo de relación, hoy a los 46 años, no estoy dispuesta a enseñar. Aprendo que todos tenemos intereses diferentes y que escuchar al otro nos ayuda a los dos… si escucho puedo encontrar formas de conexión con el otro que me ayuden en mi tarea y hagan que el alumno pase un buen momento mientras aprende.

¿Cuáles son tus desafíos?

Uno de mis desafíos es lograr que los alumnos sean autónomos en su aprendizaje y que encuentren pasión en este proceso. Otro desafío es no rendirme y disfrutar de mi tarea. Me prometí que el día que esto no suceda haré otra cosa.

¿Alguien que te inspire?

Siempre me insipiró mi profesora de inglés de la niñez, y la primera profesora para la que trabajé apenas recibida. De ambas, al pasar el tiempo, quise imitar el gran entusiasmo y la pasión por la docencia…independientemente de qué se enseñe y en qué contexto. También me han inspirado algunos adolescentes que se han cruzado en mi camino como alumnos, pero de los que he aprendido muchas cosas más allá de la enseñanza-aprendizaje.

 

 

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